lunes, 9 de enero de 2012

Federación Anarquista Ibérica


Un poco de historia
F.A.I.
Federación Anarquista Ibérica
La CNT participa desde el primer momento en la reconstrucción de la A.I.T, si bien al año siguiente tiene que pasar a la clandestinidad debido al golpe de Estado con el que el general Primo de Rivera instaura su dictadura. Mientras que la Unión General de Trabajadores (UGT, sindicato socialista) pactó con el dictador y pudo seguir formalmente su funcionamiento, la CNT fue perseguida durante todo ese período.
La FAI
En esta situación de persecución y clandestinidad, se funda en 1927 la Federación Anarquista Ibérica en Valencia. Cuando Fanelli llegó a España en 1868 para impulsar la A.I.T en nuestro país, traía también consigo el programa de la Alianza Internacional para la Democracia Socialista, organización creada por Bakunin, de carácter anarquista, en la que se integraron buena parte de los impulsores de la A.I.T en España. Así pues, ya desde el primer momento, la Alianza va a constituir el espíritu animador de la Internacional en nuestro país. Los dos primeros núcleos se crearon en Madrid y Barcelona, desde donde se extendieron a otros lugares, procurando mantener un estrecho contacto entre todos los revolucionarios convencidos y dando al mismo tiempo impulso a las secciones locales de la Internacional que, por otra parte, habían sido creadas por ellos.
Es decir, que ya desde el primer momento anarquismo y sindicalismo revolucionario fueron estrechamente unidos (y a ello se debió que durante 70 años la tendencia libertaria fuera la predominante entre los trabajadores españoles, creando en ellos una conciencia revolucionaria poderosa muy superior, en cuanto a influencia social, a la que ha habido en otros países y procesos revolucionarios).
La desaparición de la Alianza no supuso, ni mucho menos, la ausencia de coordinación de los grupos anarquistas, que siguieron dotándose de organizaciones que les servían para establecer coordinaciones duraderas, el intercambio de propaganda y, sobre todo, para las acciones de solidaridad. No hay que olvidar que durante todo este periodo, salvo momentos históricos muy escasos, los anarquistas y sus organizaciones debían funcionar en la clandestinidad, lo que da más valor si cabe a su actividad e influjo social.
Meses antes del pronunciamiento militar, se había creado la Federación Nacional de Grupos Anarquistas (FNGGAA) que aglutinó a los compañeros y coordinó las luchas. En 1927 se celebra clandestinamente en Valencia una conferencia anarquista. Están representados los grupos de la FNGGAA, los compañeros exiliados de la Federación de Grupos Anarquistas de Lengua Española y la Unión Anarquista Portuguesa. Se decide crear una organización que coordine las luchas contra ambas dictaduras de la Península: nace la Federación Anarquista Ibérica.
La creación de la FAI dio un nuevo impulso al anarquismo ibérico, en el que el federalismo (que permitía una flexibilidad de acción) y la acción directa (que rechazaba la negociación con los patronos y con el Estado y exigía la satisfacción de todas las reivindicaciones) así como la intensificación de la propaganda anarquista se ponen al servicio del proceso revolucionario.
Esta Conferencia de Valencia que da lugar a la fundación de la FAI se desarrolla en un momento en que la CNT atraviesa una situación muy delicada. Pero la Conferencia cree en la capacidad de los anarquistas para ponerla de nuevo en marcha, e inician una etapa semejante, se dice casi literalmente, a la de la vieja Federación Regional Española de la A.I.T.
Con los sindicatos de la CNT se prevé una colaboración a todos los niveles, si bien los anarquistas de la Conferencia saben que una cosa son los sindicatos y otra los grupos, y establecen claramente la separación y autonomía orgánicas.
Las actividades de los grupos de la FAI, además, eran tremendamente diversas y no se limitaban, ni mucho menos, al campo sindical, extendiendo su acción a todos los campos que abarcaba la problemática vital: educación, cultura, creación de ateneos, propaganda de las ideas, esperanto, naturismo, cooperativismo, etc. Aunque, claro está, la pregunta que se hace en la Conferencia es: "¿Existe dentro de nuestro movimiento la capacidad precisa para una obra constructiva sobre bases antiautoritarias y federalistas?", a lo que se contestaba afirmativamente...Y en ello pusieron todo su empeño.
La relación entre la CNT y la FAI fue uno de los elementos a tener en cuenta durante este período, incluido el proceso revolucionario de 1936-39. Las investigaciones realizadas dentro del ámbito burgués o marxista ("socialista" o "comunista") han intentado hacer ver con especial énfasis el supuesto sometimiento de la CNT con respecto a la FAI, trazando, de esta manera, un paralelismo con la relación de dependencia de la UGT con respecto al PSOE (cuestión ésta que sí se daba en muchas ocasiones). Pero a este respecto, no se ha tenido suficientemente en cuenta que, por su génesis, la CNT no era ningún sindicato reformista y que, desde su constitución, estaba abocada al sindicalismo revolucionario. La FAI pretendía una colaboración cercana con la CNT, pero no dominar el sindicato, cosa, además, alejada de lo que supone una concepción anarquista de las relaciones.
La relación entre ambas organizaciones fue fijada en base a la "trabazón" acordada en 1928, que había de regular la "fraternal colaboración" entre la CNT y la FAI. Ambas organizaciones rechazaban al Estado y aspiraban a una "reorganización de la vida social en su conjunto sobre la base del comunismo libertario, alcanzada mediante la acción directa de los oprimidos".
http://www.nodo50.org/fai-ifa/

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viernes, 16 de diciembre de 2011

martes, 26 de julio de 2011

ID PREPARANDO SEPULTURAS: 75 AÑOS SIN JUSTICIA


Se cumplen en estos días el 75 aniversario de la ejecución de un plan de exterminio que ha sido ocultado por la historia oficial, y el de un discurso que define el carácter genocida de los golpistas de julio de 1936 que llevaron a cabo dicho plan...


En el prólogo que hace el historiador británico Paul Preston del libro de Francisco Espinosa, “La Justicia de Queipo”, define al genocida general Gonzalo Queipo de Llano, entre otras cosas, como “un hombre cuyas emisiones radiofónicas nocturnas alentaban el asesinato y la violación”, y señala que el autor de este trabajo “nos proporciona la mentalidad de los golpistas y de sus secuaces, los asesinos, ladrones y violadores que, fingiendo hacer la ‘limpieza’, cometieron todo tipo de atropellos en el nombre de la Patria...

Todo ello, escrito de esta manera por la pluma de este afamado historiador, pudiera parecer suficiente para hacernos una ligera idea de cómo podría ser el talante de un individuo que en nada se alejaba de los discursos, las ideas y psicopatía criminales que alimentaban, por ejemplo, el espíritu del mismo Adolf Hitler, del mismo modo que lo hacen también todos los movimientos autoritarios que se han fundamentado tradicionalmente en el odio basado en una supuesta supremacía de cualquier índole.

Pero sin ánimo de infravalorar las palabras y análisis de quienes se llevan gran parte de su vida en el terreno de la investigación histórica -e incluso de nuestros particulares testimonios y los de las víctimas y sus familiares- hemos visto conveniente rescatar parte de un discurso pronunciado por este genocida para ilustrar directamente, y con toda su crudeza, el talante asesino de quienes promovieron, ejecutaron y apoyaron el golpe de estado y la posterior dictadura que siguió al mismo.

Si ya es sorprendente que exista unas evidencias tan despiadadas y claras como para condenar a unos gospistas que se han paseado por la Península Ibérica asesinando impunemente, más lo es aún la triste realidad que nos muestra cómo los políticos españoles se jactan de ser verdaderos demócratas al mismo tiempo que se niegan a condenar el golpismo del 36 y vuelven la cara cuando se les plantea asumir la responsabilidad seria de aceptar la defensa de los derechos humanos y denunciar el plan de exterminio que llevaron a cabo aquellos a quienes se niegan condenar.

Dicho discurso al que nos referimos, fue pronunciado por este criminal de guerra el 23 de julio de 1936, y entre otras cosas decía:

"Estamos decididos a aplicar la ley con firmeza inexorable: ¡Morón, Utrera, Puente Genil, Castro del Río, id preparando sepulturas¡ Yo os autorizo a matar como a un perro a cualquiera que se atreva a ejercer coacción ante vosotros; que si lo hiciéreis así, quedaréis exentos de toda responsabilidad.

¿Qué haré? pues imponer un durísimo castigo para callar a esos idiotas congéneres de Azaña. Por ello faculto a todos los ciudadanos a que, cuando se tropiecen a uno de esos sujetos, lo callen de un tiro. O me lo traigan a mí, que yo se lo pegaré.

Nuestros valientes legionarios y Regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a las mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han estado jugando al amor libre?. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen (...)

Ya conocerán mi sistema: Por cada uno de orden que caiga, yo mataré a diez extremistas por lo menos, y a los dirigentes que huyan, no crean que se librarán con ello: les sacaré de debajo de la tierra si hace falta, y si están muertos los volveré a matar".


Tras la lectura de estas palabras, que nos hemos visto obligados a rescatar nuevamente para la ocasión, sólo nos queda por decir que todo lo que se añada, en cuanto a opinión y análisis de lo que se muestra, sería una redundancia que sobra en estos momentos. Quien no quiera ver, no verá... La cuestión es la siguiente: ¿Por qué no se quiere ver y quiénes son los que no quieren ver?

Jerez de la Frontera, a 23 de julio de 2011





Publicado por JEREZ RECUERDA en 06:00

lunes, 18 de julio de 2011

Eliesa Paredes Aceituno «Golondrina»


Tenía 17 años cuando se fue a la sierra. Natural de Campillo de la Jara, se incorporó a la guerrilla el 26 de enero de 1945 desde la finca La Raña de Castilblanco, en compañía de su padre, Práxedes Paredes, y su hermano Gregorio, de tan solo 9 años, pues esta
ban acusados de ser enlaces de “los de la sierra”. Su otro hermano, Germán, ya estaba en el grupo liderado por «Quincoces», en el cual se integró tras desertar del Ejército en 1943.
Una vez en el monte y pasado un tiempo, Elisa se emparejó con el guerrillero «Cuquillo», con quien tuvo un hijo que entregaron el 9 de diciembre de 1945 en la finca Gamiteros, de Herrera del Duque, a Félix Martín Muñoz y a su esposa Catalina para que lo llevasen a la Comandancia de la Guardia Civil. El niño, que no tenía todavía un mes de vida, fue internado en la inclusa de Badajoz, donde le pusieron de nombre Gregorio de la Cruz de la Sierra. Luego, cuando tenía 16 años, sería adoptado por un matrimonio.
En 1950, gracias a una confidencia, la Guardia Civil consiguió descubrir a un matrimonio que colaboraba con el grupo en el que se encontraba «La Golondrina». Durante días, miembros de una contrapartida permanecieron emboscados en la pequeña labranza que este matrimonio tenía en las proximidades de Minas de Santa Quiteria (Toledo). Finalmente, el 30 de abril, «Cuquillo», «Golondrina» y dos guerrilleros más, entraron en la casa, no sin cierto recelo, y entonces fueron acribillados a balazos. Uno de los guardias civiles quiso salvar a Elisa, pero esta prefirió morir abrazada a su compañero.
El cadáver de «La Golondrina» se trasladó al cementerio de Sevilleja de la Jara, donde fueron a verlo numerosas personas de su pueblo. Vestida de militar, llevaba cartucheras, tenía el pelo muy largo y podía apreciarse su avanzado estado de gestación. Según algunos testimonios, un médico le había anunciado que el parto era doble y que ya había salido de cuentas.
Fuente: Huidos y guerrilleros antifranquistas en el centro de España 1939-1955. Madrid, Ávila, Ciudad Real, Toledo, Cáceres y Badajoz. Autor: Benito Díaz Díaz.

Recientemente ha salido publicada una novela basada en la vida de esta mujer. Se trata de “La Golondrina. Novela del Maquis”. Su autor habla de esta novela desde hace tiempo pero no logré encontrarla, por lo que no sé si es una nueva edición, o no logró publicarla hasta ahora. Juan José Fernández Delgado, escritor y profesor de Lengua y Literatura Española, ya tiene en su haber varios trabajos donde el maquis está presente. “La última página” es uno de ellos. También fue coautor del libro “Golfines, bandoleros y maquis en los Montes de Toledo”.
Sobre este autor ya sabía de su existencia gracias a sus obras y, hace tiempo, en una entrevista que le realizaron en 2009 me dejó un poco desconcertado al contestar esto a una de las preguntas:
Mi interés sobre este fenómeno viene de muy antiguo. Soy de Aldeanueva de San Bartolomé (Aldeanovita), Aldeanovita la bien nombrada, la llama el poeta, que dio a la sierra 39 individuos, tantos como seminaristas a Murgía (Álava). Y he conocido a muchos, y he jugado con ellos al truco, y me he puesto un sobrenombre para introducirme entre ellos y escuchar sus verdades y sus mentiras, y mis recuerdos de niño me llevaban a aquellas mañanas en que una vecina iba a mi casa a buscar a mi padre para que acudiera a su casa a una hora precisada porque iba a ir la guardia civil a “dialogar” con su marido (uno de los poquísimos maquis que no delató a nadie)… En fin, que me ha resultado muy próximo y familiar el tema. Pero quien haya leído La última página y La golondrina y lea mi trabajo en Golfines, bandoleros y maquis en los Montes de Toledo verá que mi opinión sobre estos personajes ha variado mucho. Antes los bauticé como “los últimos románticos”, pero después de haber estudiado a fondo el tema dejan mucho que desear…
Parece claro que se alinea (o me parece a mí) con los autores que consideran más como actos de bandolerismo a las acciones del maquis, que como un intento de luchar por la libertad arrebatada en el monte.
En todo caso, al salir a la venta esta nueva novela, en una importante librería de Madrid se puede leer este resumen de la misma:
(…) Fernández Delgado ha mostrado desde antiguo predilección por los vencidos y los olvidados, y a ese grupo pertenece también por derecho propio todo ese conjunto de personajes que desfilan por la presente novela y que habitan fantasmagóricamente los riscos y montes de la Jara y las comarcas limítrofes. Juan José ha escrito una novela muy bien documentada, porque tanto sus hechos como sus personas responden a la realidad cotejada, aunque sobre unos y otras planee el buen hacer narrativo que ajusta esa realidad para convertirla en materia literaria.
El primer párrafo parece un guiño a los futuros compradores que comparten, supuestamente, su inclinación por los derrotados, aunque esos mismos compradores tal vez no compartan su decepción, en cuanto a la guerrilla antifranquista declarada por el autor después de años de estudio de la misma.
http://guerrilla-maquis.blogspot.com/2011/07/elisa-paredes-aceituno-golondrina.html

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